La Diputación Provincial de Huesca da continuidad al convenio de colaboración para la gestión de las bibliotecas municipales de la provincia con el Centro Especial de Empleo ‘Arcadia’.

La Diputación Provincial de Huesca ha dado el visto bueno a la continuidad del convenio de colaboración para la gestión de las bibliotecas municipales de la provincia con el Centro Especial de Empleo ‘Arcadia’, de la Fundación Agustín Serrate. La principal novedad de este acuerdo es que el presupuesto se triplica y pasa de 18.000 a 54.000 euros anuales. La partida que este año se destinará a este convenio es de 18.000 euros, teniendo en cuenta los meses que faltan para concluir 2007.

Desde la Diputación de Huesca se subraya que este acuerdo le permite colaborar en la inserción social y laboral de personas con discapacidad mental.

En el taller de gestión de las bibliotecas municipales altoaragonesas, trabajan seis personas que realizan la catalogación informatizada de los fondos bibliográficos de las bibliotecas del Alto Aragón, en cuya gestión y mantenimiento trabaja la Institución provincial oscense desde el año 1990.

Una vez catalogados estos fondos documentales se ponen a disposición de la red de bibliotecas, de forma que su préstamo pueda ser automatizado. Además, los integrantes del taller también colaboran en la gestión, inventario y sistematización de las publicaciones y materiales del área de Cultura de la Diputación, así como de los fondos que forman parte del Archivo de Fotografía e Imagen del Alto Aragón.

Esta iniciativa se puso en marcha en 2001 y hasta la actualidad se han catalogado los fondos de diferentes bibliotecas como las de Grañén, Gurrea de Gállego, Lalueza, Tardienta, Sariñena o San Lorenzo del Flumen.

Javier Borau, gerente de la Fundación Agustín Serrate, indica que los proyectos que se realizan en este centro, al igual que en el resto de recursos de la Fundación, se dedican fundamentalmente a la integración de personas con enfermedad mental mediante el trabajo. Una labor en la que el Alto Aragón ocupa la primera posición siendo casi pionera.

Borau, señala que pese a todos los trabajos que se están realizando por la integración todavía queda mucho por hacer; en primer lugar, dentro de las familias y en segundo, por parte de la sociedad que durante tantos años los ha rechazado.