Es el conjunto de dispositivos y actividades orientados a favorecer la integración, la permanencia y la participación activa en la vida social de personas con Trastorno Mental Grave, a través de la cobertura y la supervisión de necesidades básicas de la vida cotidiana como son la vivienda, la alimentación, los cuidados básicos (higiene, autocuidado, organización cotidiana…), el desarrollo de actividades de la vida cotidiana y gestiones externas, relaciones sociales, necesidades sociales. Constituye pues un instrumento imprescindible en procesos de transición hacia la vida autónoma.