(Fuente: Diario del AltoAragón)

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El Centro de Día Arcadia se quedó el pasado martes 4 de febrero pequeño para acoger a las decenas de personas que quisieron acompañar en el día de su jubilación a Pedro Pibernat, uno de los grandes referentes de la salud mental en Huesca y un profesional que siempre ha suscitado en su entorno una respuesta unánime de respeto y afecto.

Trabajadores y usuarios de la Fundación Agustín Serrate y del resto de la red de atención comunitaria participaron en un sencillo y distendido acto, en el que Pibernat invitó a todos los asistentes a un picoteo, con el que confirmó la fama de buen cocinero que ha alimentado en los últimos años.

Hubo algunos momentos especialmente emotivos, como las palabras que el homenajeado dedicó a José Antonio Abadía, recientemente fallecido, y el minuto de silencio que se guardó en su memoria. También destacó el papel tan importante que ha jugado su mujer en su vida, que siempre ha estado ahí, y su generosidad, a pesar del tiempo que le ha robado a causa de su trabajo.

Pibernat, que ha ejercido como responsable de la parte laboral de Arcadia, también recibió muchos regalos de los asistentes, relacionados la mayoría con sus aficiones, como una navaja para coger setas cuando va al monte o un robot y diferentes utensilios de cocina.

Compañeros de Pedro Pibernat comentaron a este periódico que va a ser difícil no echarle de menos, porque a muchos de ellos les ha formado en la tarea de la rehabilitación psicosocial, y destacaron sus muchos valores, entre los que citaron la generosidad con su tiempo, su capacidad para escuchar y su paciencia. No obstante, confían en que continúe ligado a la Fundación y a Arcadia, aportando la mucha sabiduría y experiencia que ha adquirido durante tantos años.