Es el nombre final que adopta el grupo de teatro Arcadia  con la  voluntad  de mover y sensibilizar a la sociedad con su presencia: Mover  los límites del encasillamiento y el estigma, mover  las emociones y su expresión gestual, mover  lo que parece inmóvil.

Es la primera representación pública después del confinamiento, en el marco de los actos del Dia Internacional de la mujer trabajadora de Arcadia:

«La cenicienta  que no quería comer perdices»

Una adaptación libre desde una perspectiva de género de la obra de Nunila  López Salamero representada  en la plaza exterior del Centro de Día Arcadia.

Un aperitivo para abrir el grupo a nuevos proyectos y experiencias. Es también la primera actividad que se oferta a las entidades a través de la Comisión de Ocio de Cadis, dentro del proyecto de desarrollo de relaciones interpersonales entre grupos afines. Una ocasión para descubrir  el barrio del Perpetuo Socorro; un espacio para la inclusión y la diversidad: el Centro de Día se ubica en un espacio natural  para la salud, rodeado de jardines cuidados con  celo para el bienestar. También es lugar  de paso para los vecinos que acortan su camino al  centro. La representación se realizó con un público heterogéneo y  diverso: maravilloso como es el barrio.

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